miércoles, 13 de febrero de 2008

Niños Llorones.


El mundo del arte y lo misterioso, han estado relacionados muchas veces a lo largo de la historia.

Extraños monumentos dedicados a dioses oscuros, literatura que encierra más de lo que demuestra o cuadros que por alguna u otra razón, tienen en su haber alguna que otra leyenda ligada a su existencia.

De este último caso nos ocuparemos esta semana.
Bruno Amadio, también conocido como Bragolino "El Pintor Maldito", italiano nacido en Venecia en torno a 1890-1900. No se dispone de demasiados datos biográficos, por lo que mucho de lo que se sabe es parte de la leyenda. Activo seguidor del fascismo italiano y de Mussolini.

Se trasladó a España, donde residió bastante tiempo, concretamente en Sevilla, posiblemente al finalizar la guerra. Por el hecho de residir en Sevilla es citado por muchas fuentes como pintor español. Su vida es prácticamente un misterio y en torno a ella circulan infinidad de rumores, cuya veracidad nunca podrá demostrarse al cien por cien.

Se dice que el pintor, harto del escaso reconocimiento que su obra recibía, decidió firmar un pacto con el diablo. A partir de entonces es cuando sus cuadros, en los que representa a niños llorando, empiezan a alcanzar gran éxito.

Circula la historía de que en uno de esos cuadros el autor tomó como modelo a un niño de un orfanato. Despues de pintar el cuadro el orfanato fue arrasado por un incendio que se cobró la vida del niño. Desde entonces su espíritu habita en el cuadro.Desde este momento Bruno Amadio -o G. Bragolin, que era como firmaba sus cuadros- pasa a convertirse en un pintor maldito, cuya leyenda puede que trascienda a la realidad.

Se cree que sus cuadros de niños llorones traen desgracia y mala fortuna a quien los poseen, siendo causa de desgracias y extraños fenómenos. Muchos expertos señalan que es posible que el pintor usase como modelos en la mayoría de sus cuadros a niños de la guerra, que se encontró en diferentes orfanatos durantes sus años en el frente de Mussolini, durante la guerra, que sufrían y lloraban, tal y como el plasmaba en sus cuadros.
Se han dado casos de gente, que tras colgar uno de sus cuadros, han acabado con la casa en llamas. Otras escuchan a niños llorar por la noches y hay quienes afirman haber notado desplazamientos de muebles u otros enseres del hogar.
¿Verdad o pura sugestión?

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