miércoles, 27 de febrero de 2008

El Hombre del Saco.


¿A quién no nos han metido miedo con el hombre del saco?, No hagas esto que viene el hombre del saco!!!! A dormir ya que viene el hombre del saco!!!.
Se le suele representar como un hombre que vaga por las calles cuando ya ha anochecido en busca de niños extraviados para llevárselos metidos en un gran saco a un lugar desconocido.

La leyenda del hombre del saco, tiene su origen real en numerosos criminales famosos por secuestrar y matar niños. En algunos de ellos se ha querido ver el origen del personaje, aunque en realidad éste no se basa en ningún suceso en particular.


El más famoso, y por el que se cree, se creó la leyenda, surgió en Gador Almería, en 1910. Francisco Ortega el Moruno estaba gravemente enfermo de tuberculosis y buscaba una cura. Acudió a una curandera, que a su vez lo encomendó a otro curandero con antecedentes criminales. Éste le pidió tres mil reales a cambio de la cura y le reveló el remedio: tenía que beber la sangre de un niño sano, recién salida del cuerpo, y ponerse en el pecho emplastos de las mantecas aún calientes de la criatura. Le prometió que de esa forma sanaría enseguida.

El 28 de junio de 1910 secuestraron a Bernardo González Parra, de siete años, que se había despistado mientras jugaba con sus amigos y se había separado de ellos. Lo metieron en un saco y lo llevaron. Al realizar el reparto de dinero, intentan engañar a Julio y no le pagan dinero acordado que le ofrecieron por el asesinato. Éste decide vengarse y le cuenta a la Guardia Civil que ha encontrado el cuerpo de un niño por casualidad mientras perseguía a unos pollos de perdiz. Al final los dos hombres confesaron el crimen, no sin antes dar mil y una versiones diferentes.

En pueblos como Rioja o Gádor, aún se recuerdan las coplas que corrieron en esos tiempos, ensalzando la figura del Cabo Mañas, que capturó a los despiadados autores.

Lo que está claro, es que leyenda o no, en la actualidad tenemos varios casos de niños desaparecidos. Sin ir más lejos en nuestra isla tenemos a dos.
Con saco o no, tanto aquí como en el resto de la geografía Española y en muchos lugares del mundo, han desaparecido varios menores, por lo que no hay que irse muy lejos en el tiempo para ver que desalmados como estos, siempre han existido.

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